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Información y Conocimiento

Hoy cuando es tan fácil acceder a todo tipo de información y tenemos la oportunidad de saber acerca de muchas cosas como nunca antes, también se abren más puertas para entrar en un umbral no deseable.

El de volvernos  ansiosos, compulsivos, hasta esquizofrénicos por el gran volumen de datos que en muchos casos nos atropellan y por la forma como los medios manejan las comunicaciones y la presión que ejercen en el inconsciente colectivo para crear la necesidad de mantenerse informado, actualizado  o a la moda.

Cuando entramos inconscientemente  en este juego, nuestras vidas o por lo menos los parámetros que las rigen ya no están bajo nuestro control. El control lo tienen los medios de comunicación que velan por los intereses de sus dueños y de sus anunciadores. Nuestras costumbres, formas y ritmos de vida, gustos, puntos de referencia y hasta valores personales dejan de ser eso, personales y pasan a ser regidos por las directrices de la economía de consumo.

No viene al caso discutir políticas económicas, es solo una introducción para plantear la situación que nos cobija donde consumimos sin control grandes cantidades de información, mucha de ella sin contenido, que abruma, satura e indigesta, con la satisfacción de suplir una necesidad como cuando ingerimos alimentos desaforadamente para calmar el hambre.

El saber lo hemos limitado a la acepción de estar enterado o informado, pero hoy proporcionalmente a la gran cantidad de información que nos llega o tenemos  a nuestra disposición, el conocimiento es menor; pues información no es igual a conocimiento.

¿Qué sucedería si los individuos desarrolláramos la capacidad  de filtrar los datos que llegan a nuestro cerebro y tomar solo lo que realmente se necesita,  desechando lo que distrae inoficiosamente?. Si pudiéramos  controlar impulsos y emociones que nos llevan a derrochar dinero y energía en asuntos y productos que solo alimentan el bote de la basura. ¿Qué repercusión tendría esto en el individuo, en su desarrollo cultural e intelectual, en su relación con el entorno físico y sus relaciones sociales?. La incidencia en  la economía,  la dejo para que sea analizada por los especialistas.

En términos de consolidar conocimientos y ganar sabiduría (saber que se sabe) de capacitarse y desarrollar destrezas en artes, oficios y, además direccionar nuestras vidas con autonomía,  es básico tomar el control de la información con la que alimentamos tanto la mente como el espíritu y aprender a utilizar de la mejor manera la información que está a nuestro alcance, estando seguros de cuales son los referentes que nos definen calidad de vida.

Para comenzar se debe sentir la necesidad o el deseo de un cambio y  atreverse a salir de la burbuja donde nos distraemos y recreamos, estando muy lejos de nuestras realidades, valorar la identidad básica y desarrollar la habilidad de fijar la atención en las metas personales;  adquirir las herramientas o la asesoría para hacer reingeniería,  eliminar rutinas improductivas e instalar nuevos hábitos.

Sencillo o complejo es algo que se logra con  entrenamiento, dedicación, disciplina y el convencimiento de estar haciendo algo a favor de uno mismo y del grupo, eso no tiene que dejar ser divertido.

Héctor Romero Muñoz

Humanista y pedagogo

 

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